MUJERES
Fedelatina ha desarrollado en 20 años de existencia proyectos dirigidos a la eliminación de la violencia machista. Con esta experiencia y mediante este proyecto impulsamos un servicio de apoyo específico para la mujer de origen diverso con atención en diferentes ámbitos como son; el ámbito social, la asistencia jurídica, la inserción laboral, así como los procesos de empoderamiento de la mujer, el servicio ofrece un programa de detección, asesoramiento y gestión de las dificultades y problemas planteados directamente por las mujeres latinoamericanas y de otras regiones del mundo, víctimas de violencia machista o no, a la vez que se dan herramientas para el empoderamiento a través de los procesos de sensibilización, prevención y formación.
Desde el año 2021 desarrollamos un proyecto con apoyo de la Generalitat de Cataluña, el Espai Dona para la eliminación de la violencia machista un proyecto que se dirige a las mujeres en general, y trabaja con mujeres del servicio doméstico que trabajen con personas dependientes, mujeres víctimas de la violencia machista, y otras especificaciones, realizando talleres de empoderamiento femenino. Ver Facebook.
Con este proyecto queremos consolidar “Espacio Dona per a la eliminación de la violencia machista”, dirigido específicamente a “la mujer de origen diverso”, establecida en la ciudad, con especial atención a dones que acaben de llegar a Barcelona, porque es en este primer momento donde las mujeres están más desorientadas y son más vulnerables, en general, y específicamente respecto a esta temática ¿Quién se encargaría del proceso de prevención y sensibilización en la lucha contra la violencia machista?, ¿el ayuntamiento?, ¿Queremos ocupar este espacio de orientación y educación.
Nos hemos propuesto este proyecto, porque en nuestra entidad, tenemos muchas mujeres recién llegadas o con un tiempo corto de estancia en Barcelona, que pasen curso de formación (geriatría u otros), las cuales acuden como recién llegadas con la necesidad de incorporarse a la vida laboral adquiriendo una titulación y encuentran en estos cursos una vía para ésta, aunque no profesional (son dones no sólo de Latinoamérica sino inmigrante de todo el mundo).
También tenemos otro grupo de dones que asisten al servicio de extranjería y asesoramiento jurídico, inserción laboral, en busca de su regularización, “el famoso no tengo papeles”, por lo que también se encuentran en una situación de dependencia económica .
Mujeres y violencia machista
En ambos casos, a los que tenemos acceso a Fedelatina, la situación de estas mujeres es de vulnerabilidad y precariedad, ya que no tienen trabajo o trabajan por horas realizando limpiezas en casa o cuidado de personas dependientes sin amparo laboral regular. Esto comporta una situación de dependencia, caldo de cultivo de la violencia machista.
Existe una estrecha relación entre la violencia doméstica y la dependencia económica que, si bien no es la única causa, es un fenómeno que se repite en el mayor porcentaje de los casos de maltrato. Adicionalmente, los hombres que conviven con mujeres dependientes, experimenten de forma progresiva una minimización de la valoración de su compañera, sentirse proveedores despierta la dominación y el sometimiento, además de las consecuencias psicológicas, emocionales en la vida de la mujer.
Muy a menudo en estos casos, el malestar por depender económicamente de la pareja puede llevar a los dones a estados de profunda depresión. Y es que son un cúmulo de cosas. No olvidemos también a los familiares políticos y amigos que no los reconocen, los tildan de mantenidas, y un sinfín de etiquetas. La carencia de trabajo y la falta de recursos potencien la desigualdad entre el hombre y la mujer e incrementa los episodios de violencia.
Por ello, consideramos necesaria la formación en esta temática, ya que estos dones estarán capacitados para conocer qué hacer a la hora de actuar ante situaciones en las que se vea claramente que existe este tipo de violencia tan agresiva; estarán preparadas para la detección de esta situación obteniendo una formación general que toda mujer necesita actualmente para su proyección en ese orden. Adquirirían el conocimiento de las diferentes formas de violencia existentes, su condición de víctima en su caso, competencias para poder ayudar y aconsejar a las víctimas que sufren la violencia, desde el público infantil hasta las mujeres más adultas.
Tendrán la capacidad necesaria para poder reproducir políticas de igualdad, para que los hombres no hagan ese tipo de violencia contra las mujeres. En resumen, sabrán sobre la sociedad patriarcal en la que vivimos y los estereotipos de género que se creen desde que somos pequeños y cómo todo esto va calando en las personas.
En un estudio que hemos realizado en el proyecto “Espacio Mujer en la lucha por la violencia machista”, a partir de encuestas y entrevistas, talleres, hemos detectado que en muchos casos consideran que la violencia sólo es cuando son agredidas físico